Entrega de premios literarios , en el Colegio Público Tomás Alvira de Montemolin
La AV Larrinaga Montemolín en el colegio Tomás Alvira
Hoy hemos asistido a la entrega de los premios literarios del colegio Tomás Alvira, en cuyo certamen ha participado José Antonio Prades como miembro del jurado en su faceta de escritor y representante de la Asociación.
El evento se ha desarrollado en el salón de actos del colegio, y la escritora Irene Vallejo, también miembro del jurado, ha realizado un discurso glosando la calidad de los trabajos presentados y la actitud tan positiva frente a la literatura, y a la cultura en general, que el colegio está impulsando. Posteriormente, se han entregado los galardones que han correspondido a los siguientes participantes:
1er. Premio: Alicia Sierra
2º Premio: Lola Vicente
Desde la Asociación, hemos promovido la concesión de un Accésit “Barrio de Montemolín” para aquella redacción que mejor mencionara al barrio como referencia de ubicación y sentimiento de pertenencia, que ha sido otorgado a Mario Ranz Purroy.
Hemos obsequiado a los tres con ejemplares del libro Semblanza de un barrio, Montemolín, así como el diploma correspondiente que deja constancia de la obtención del accésit.
Podrás ver el Acta y el diploma como documentos adjuntos.
Posteriormente, José Antonio Prades ha dado una referencia a la historia del barrio y su importancia en la gestación del núcleo urbano en el que se ubica el colegio, mencionándolo como la primera institución de enseñanza que se ubicó en esa entonces zona emergente y pujante de la ciudad.
Hemos establecido una línea de contacto con la Dirección del colegio y la AMPA para fijar colaboración e intercambio de datos e informaciones que favorezcan a ambos colectivos, lo que concretaremos a la vuelta de vacaciones.
1er. PREMIO
Escritora: Alicia Sierra (6º B)
Hola, soy Tomás Alvira y me desperté de un sueño muy largo que nunca recordaré. Era
profesor en los años 40 y vivía en Zaragoza, aunque nací en Villanueva de Gállego el 17 de
enero de 1906. Si os digo la verdad, no sé dónde estoy ni en qué año me encuentro, pero creo
que nos han invadido los extraterrestres, hay cajas que todo el mundo lleva y hablan por ahí.
¡Qué raro! Le pregunté a un señor qué día era y estamos ¡en 2022! Cuando el señor me
preguntó quién era, le respondí: “Tomás Alvira”, me llevó a un edificio muy bonito, parpadeé
varias veces y vi que tenía mi nombre y era una escuela infantil y de primaria. Sin pensarlo,
llamé al timbre y me abrieron. Al entrar me dijeron si quería ayudar a un profesor dando clase.
Al entrar, vi que solo había 24 niños, siendo que cuando yo tenía sus años éramos 50. ¡Había
niños y niñas! Por fin conseguí lo que tanto había luchado. Cuando empezó la clase me
sorprendí porque todos tenían rotuladores, lápices, gomas… Los alumnos le llamaban a la
profesora por su nombre, siendo que en mis tiempos se decía “Don…”, le fui a preguntar si le
molestaba, pero había olvidado que estábamos en 2022 y todo había cambiado. Me emocionó
que los alumnos pensaran por sí solos y fueran autónomos, que no memorizaban todo, y lo
entendían.
2º PREMIO
Escritora: Lola Vicente (5º B)
Érase una vez… un colegio pequeñito que lucía caprichoso entre verdes árboles y casitas de
chocolate sin bruja. Recuerdo el primer día de cole. Yo saltaba de alegría mientras otros
lloraban, sonreían o hablaban con lengua de trapo. Ahí conocí a la que es ahora mi mejor
amiga, Luzía (con “z”), a mis otros compañeros y a mi profesora Pilar. Iba al lazo naranja y
todo infantil fue aprender, hacer amigos y pasarlo bien.
Cuando pasé a primaria, estaba un poco nerviosa por el cambio de profesora y la mezcla de
alumnos. Todo fue bien. Mi profesora era María José, que ahora le da educación física a mi
hermana; iba con Luzía y muchos otros amigos. Segundo fue estupendamente, pero fue un
poco raro por lo del la Covid-19 y el confinamiento. En estos cursos me separaron de una de
mis mejores amigas: Olivia. En tercero nos volvieron a mezclar. Volvía a estar con Olivia, hice
amigos nuevos y seguía yendo con Luzía. Mi tutora era Saray. El curso fue un poco más difícil
que los anteriores, pero fue todo sobre ruedas. Cuarto aún fue un pelín más complicado que
tercero, pero al final se me hizo más fácil.
Y ahora, estoy en quinto, con María José Lorente, Luzía y compañeros como Alodia, Paula,
Elena, Alejandro, Lucas o David. Y pienso, “¿cómo pasa el tiempo tan rápido?”, “parece que
fue ayer cuando pisé por primera vez el colegio”.
Dentro de dos años, dejaré de venir a estas clases. Pero los recuerdos y las risas no se irán.
Soy Lola y vengo a este colegio porque mi madre también venía.
Y eso para mí es muy importante.
ACCÉSIT
Escritor: Mario Ranz Purroy (5º A)
Mi cole Tomá Alvira tiene mucha historia, es el colegio público más antiguo de Zaragoza. Fue
fundado en 1907 y se llamaba Escuela de Montemolín, que es el nombre de mi barrio, en el
que vivo y del que estoy orgulloso. El antiguo colegio se encuentra en la calle Miguel Servet,
frente a la biblioteca del Matadero y actualmente es un centro de educación de adultos. El
nuevo colegio se ubica donde antes había una estación de tren. El nombre es en honor a uno
de sus maestros, Tomás Alvira, que innovó en educación.
Por otra parte, mi cole me gusta mucho porque aprendo y veo a mis amigos. En mi cole hay
profesores muy guays y sitios chulos como el rocódromo, que ayudó a hacer mi padre. Se
hacen actividades muy interesantes como la Feria del libro, porque me gusta leer, consigo
libros muy chulos, conozco a autores famosos y ayudamos a asociaciones. Otras actividades
interesantes que se organizan son la carrera solidaria y la fiesta de fin de curso. Me lo paso
genial en las excursiones. Este año vamos a la Romareda y me muero de ganas. Disfruto
mucho con las actividades en las que ayudamos a los pequeños, como contarles un cuento, o
los trabajos en grupo con mis amigos. Por todo esto y más estoy orgulloso de mi cole.
Me ha encantado todas la redacciones, la de Elvira Sierra me ha gustado muchísimo, para mí ha tenido una imaginación muy buena al meterse en el papel de “Tomás Alvira”, excelente, bien merecido ese premio.
Lola Vicente, también me ha gustado mucho, pues ha redactado y muy bien su paso por el colegio, bien merecido ese premio. (Yo también fui durante un curso a ese colegio cuando empecé la escuela y mis dos hijas también fueron ahí pero a la calle Numancia)
Mario Ranz Purroy también es un accésit merecido, ha hecho una descripción muy bien hecha de su cole y su barrio.
ENHORABUENA a los tres y a seguir escribiendo.
Gracias Antonia por tus comentarios, nos ayudan a seguir adelante, saludos